22 de marzo de 2012

Ali y Nino


Ocurre un extraño fenómeno con los lugares. Hay espacios (me refiero concretamente a ciudades, países) que de repente  aparecen en nuestras vidas. Y a partir de ese momento es como una especie de champiñón que brota rápido y en varias semanas se extiende por todas partes. La primera vez que me ocurrió fue con Malta. Un amigo hizo su Erasmus allí, ese país me era completamente indiferente pero,  a partir de entonces, me pasó que caminaba por la calle y veía carteles de cerveza malta o encendía la televisión y justo echaban un documental sobre la isla. Me ha ocurrido más veces pero esta última ha sido muy interesante. Ha aparecido en mi vida un país que se llama… Azerbaiyán (!) (tengo dificultades hasta para escribir su nombre). Sin embargo,  desde hace unos meses la ciudad de Bakú tiene muchísimo sentido para mí. Es más, cada vez que me encuentro con ella (por ejemplo, ayer descubrí que este año se celebra allí Eurovisión) hay un pequeño diálogo entre ella y yo: un guiño insostenible, una sonrisa cómplice pero invisible. Y no es que haya estado en Bakú, ni que vaya a viajar allí, ni siquiera he visto fotografías (bueno, Wikipedia sí) simplemente  he conocido a una persona que nació allí.


Por eso, cuando el otro día fui a una librería en busca de un libro que llenara mis lánguidas noches de invierno tuve un momento de ilusión al encontrar un libro que se vendía con la siguiente frase: “El libro más importante de la literatura de  Azerbaiyán. Un Romeo y Julieta ambientado en Asia a principios del siglo XX.” Hace seis meses  me hubiera  preguntado al verlo :¿quién demonios comprará estos libros? Y seis meses más tarde estaba casi levitando de alegría por poder tener al alcance de la mano un libro que recogía en una historia  la cultura de un país.


El libro se llama Ali y Nino, fue escrito en 1936. La ciudad de Bakú brilla (me ha sonreído muchas veces), es un libro romántico pero sabio, bien escrito, un hechizo breve.  Dadas las circunstancias geográficas, políticas y culturales, al leerlo me he planteado muchas cosas que normalmente no me suelo plantear como: ¿Qué es Asia y qué  es Europa? ¿Qué implica pertenecer a un continente u otro? (Claro, la respuesta no es  tontería) . A través de una historia de amor narra los conflictos del país. También habla de la convivencia entre religiones, y me ha parecido completamente actual. No han pasado los años en ese sentido.  No se sabe bien quién es el autor. Hay dos posibles, uno de ellos murió en un campo de concentración, aunque yo creo que es el otro. Este libro es una piedra arenosa, (de color mostaza) en el desierto (inmenso) de la historia. Me gusta subrayar los libros, en este solo he subrayado una frase : “Yo también aprecio a Alí Kan, pero es un bárbaro, atrapado eternamente en el hechizo del desierto”.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Los ajedrecistas, sin embargo, tienen a este país muy presente.

NáN dijo...

Solo oír la palabra "Bakú" ya quiero abandonarlo todo y esconderme allí.