
Ocurre
un extraño fenómeno con los lugares. Hay espacios (me refiero concretamente a ciudades,
países) que de repente aparecen en
nuestras vidas. Y a partir de ese momento es como una especie de champiñón que
brota rápido y en varias semanas se extiende por todas partes. La primera vez
que me ocurrió fue con Malta. Un amigo hizo su Erasmus allí, ese país me era
completamente indiferente pero, a partir de entonces, me pasó
que caminaba por la calle y veía carteles de cerveza malta o encendía la
televisión y justo echaban un documental sobre la isla. Me ha ocurrido más
veces pero esta última ha sido muy interesante. Ha aparecido en mi vida un país
que se llama… Azerbaiyán (!) (tengo dificultades hasta para escribir su nombre). Sin
embargo, desde hace unos meses la ciudad
de Bakú tiene muchísimo sentido para mí. Es más, cada vez que me encuentro con
ella (por ejemplo, ayer descubrí que este año se celebra allí Eurovisión) hay
un pequeño diálogo entre ella y yo: un guiño insostenible, una sonrisa cómplice
pero invisible. Y no es que haya estado en Bakú, ni que vaya a viajar allí, ni
siquiera he visto fotografías (bueno, Wikipedia sí) simplemente he conocido a una persona que nació allí.

Por eso,
cuando el otro día fui a una librería en busca de un libro que llenara mis
lánguidas noches de invierno tuve un momento de ilusión al encontrar un libro
que se vendía con la siguiente frase: “El libro más importante de la literatura
de Azerbaiyán. Un Romeo y Julieta
ambientado en Asia a principios del siglo XX.” Hace seis meses me hubiera preguntado al verlo :¿quién demonios comprará
estos libros? Y seis meses más tarde estaba casi levitando de alegría por poder
tener al alcance de la mano un libro que recogía en una historia la cultura de un país.

El
libro se llama Ali y Nino, fue escrito en 1936. La ciudad de Bakú brilla (me ha
sonreído muchas veces), es un libro romántico pero sabio, bien escrito, un
hechizo breve. Dadas las circunstancias
geográficas, políticas y culturales, al leerlo me he planteado muchas cosas que
normalmente no me suelo plantear como: ¿Qué es Asia y qué es Europa? ¿Qué implica pertenecer a un
continente u otro? (Claro, la respuesta no es tontería) . A través de una historia de amor
narra los conflictos del país. También habla de la convivencia entre
religiones, y me ha parecido completamente actual. No han pasado los años en ese
sentido. No se sabe bien quién es el
autor. Hay dos posibles, uno de ellos murió en un campo de concentración,
aunque yo creo que es el otro. Este libro es una piedra arenosa, (de color
mostaza) en el desierto (inmenso) de la historia. Me gusta subrayar los libros,
en este solo he subrayado una frase : “Yo también aprecio a Alí Kan, pero es un
bárbaro, atrapado eternamente en el hechizo del desierto”.